viernes, 21 de octubre de 2011

Solo

Ha muerto. Y yo no puedo ser más infeliz. Aun no lo he asimilado.

Murió de viejo, extraña paradoja en él. A veces me pregunto si de alguna manera fui yo el que lo mató. 
El caso es que ya no está, ya no puedo contarle mis sueños y que todo le parezca bien. Ya no puedo consultarle sobre el amor y que me asegure que llegará y será perfecto, ni puedo llevarle conmigo a que me vea jugar al fútbol o al padel.

Me equilibraba, siempre estaba ahí para compensar mi parte más analítica, más racional. Era el que cuando lloraba me hacía llorar de verdad, y cuando reía...también. El que me llevaba a conciertos, el que me daba la idea de comprarme la moto, el que me animaba a llamar a mis amigos.
Conseguía que cogiera el teléfono y llamara a quien no se lo esperaba, o que me pasara horas buscando el regalo perfecto.
Me hacía ir a la bolera o al parque de atracciones, me convencía del curso de surf y a veces incluso me retaba a tirarme por el tobogán del parque.

Los viajes con él eran geniales. En realidad no solo era el viaje, era la idea de viajar, esa sensación de libertad, coger el primer tren que saliera o abrir al azar una página del mapa para ir allí. Cualquier sitio era el mejor del mundo cuando iba con él.

Era el que me hacía creer en lo bueno. En que cada momento puede ser el mejor, y que la felicidad solo es eso: Muchos momentos buenos uno detrás de otro. O quizá la felicidad solo es creer en que esos momentos van a llegar.




Ha muerto el niño que había en mi y yo ya no creo en nada.
Ahora solo soy yo y eso es muy poco.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Cisco,aunque te conocí como Taros,he descubierto tu blog,porque aquí,que nos movemos en estos círculos entrelazados,acabamos sabiendo todos de todos,y me ha emocionado leer lo que has escrito.
Cuentas cosas terribles y lo impregnas todo de tristeza y de melancolía.
Pero detrás de tus palabras vislumbro a un hombre lúcido y bueno.
Un abrazo fuerte. Lunalia.

R dijo...

Me la esperaba desde el párrafo 1.
No está muerto. Nunca lo está del todo; pero aun pensando que fuera así, créeme, la persona que deja tiene todo lo que ese niño tuvo. Sólo hay q recordar.
Y en tu caso lo que deja es mucho....Por favor, mira bien; ojalá pudieras verte con mis ojos...

Cuídate,

R

Cisco dijo...

Lunalia,
me alegro de encontrarte aquí. Muchas gracias por leerme y por comentar, es un orgullo para mi.

La melancolía es mi estado de ánimo actual y no se (ni quiero) escribir de lo que no siento.

Gracias otra vez por tus palabras.

Un abrazo.
Cisco

Cisco dijo...

R,

Se fue, hace tiempo que no lo siento. Hace tiempo que dejé de mirar la vida hacia el futuro. El futuro es el de mi hijo, mi vida es la suya.
Yo ya no creo.

Gracias una vez más por leerme, por tus palabras y por verme con esos ojos.

Un beso.
Cisco.